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domingo, 21 de febrero de 2010

Brevísimo acercamiento a la Metafísica

1. INTRODUCCIÓN.

La temática sobre la que versa esta pequeñísima explicación de la Metafísica de Aristóteles quiere ser una llamada de atención para hacer ver que es necesario, es más, yo diría que urge, dar respuesta a las “clasicísimas” preguntas de corte ontológico a las que el hombre de todos los tiempos se enfrenta tomando una opción, tomando otra o, como por desgracia sucede hoy día por el relativismo imperante, no tome ninguna. Nos referimos, claro está, a las celebérrimas preguntas de: ¿Existe la Verdad? ¿Qué es la Verdad? ¿Se puede conocer la Verdad? ¿Cómo acceder a la Verdad?
Como quedó patente en la exposición de este trabajo en clase, la propia definición de Verdad plantea numerosos problemas. La respuesta a la pregunta ¿qué es la Verdad? Podría ser entendida como una alusión teológica a la existencia o no de Dios, podría ser también una referencia a la Realidad o sencillamente podríamos no entender claramente el significado de Verdad al ser esta “Verdad” un conglomerado de afirmaciones de carácter existencial. Para encontrar una respuesta fidedigna a esta pregunta deberíamos hablar de proposiciones verdaderas como ha propuesto en numerosas ocasiones el Dr. García Lorente, último metafísico que ha dado a luz nuestra Universidad de Murcia. Personalmente, creo que Aristóteles es una figura clave para llegar a entender qué son proposiciones verdaderas no solamente por la enorme relevancia que le confiere la tradición de la filosofía sino por la genialidad y pragmatismo de su pensamiento, amén de la trascendencia que ha tenido y tiene en la lógica.
Al corpus de este trabajo expuesto en clase, como he mencionado anteriormente, se ha debido de añadir el apartado de Metodología de la Metafísica debido a las dudas y problemáticas aparecidas en la propia exposición acerca de este tema.
Por todo esto, y a pesar de las limitaciones que implica tratar un tema de esta magnitud, no siendo duchos en la materia, entendemos como importantísimo abarcar este tema y aunque somos conscientes de que trataremos una pequeñísima parte de la inmensidad de la Metafísica creemos que menos sería ignorar este problema al que se nos brinda ahora la posibilidad de acceder.

2. ORIGEN DEL TÉRMINO.

Todos hemos estudiado en bachiller que el término “metafísica” proviene de των μετα τα φυσικα. El peripatético Andrónico de Rodas (siglo I a.C.) lo habría predispuesto para su publicación así de una manera azarosa. Hoy en día ha aparecido una nueva hipótesis acerca de la aparición del término metafísica. Es muy probable que el título de metafísica ya apareciera en un catálogo de Aristón de Ceos a finales del siglo III a.C., lo que ha llevado a los estudiosos del tema a plantearse si realmente el título de metafísica lo recibió la obra del estagirita al azar.

3. ¿QUÉ ES METAFÍSICA?

“El lenguaje común y el lenguaje científico, en cualquier ciencia versan sobre cosas que son, pero se refieren en seguida a que son tales o cuales, a que tienen determinadas características, propiedades, comportamientos, etc. ¿No cabría una ciencia de lo que es en cuanto que, precisamente, es, en cuanto que tiene ser? Lo que tiene ser puede denominarse con el nombre de ente (como lo que tiene vida se denomina viviente). La metafísica es la ciencia que estudia el ente en cuanto ente” . Esta explicación nos ilustra de una manera diáfana y clara el sentido del tema que nos ocupa. Así pues, lo metafísico no sería como en el lenguaje vulgar se llama a lo oscuro y difícil de comprender sino que la metafísica, aunque lo ignoremos, está siempre en nuestros labios (nada se sustrae de la predicación de ser) porque constantemente utilizamos la noción de ser y de las características que él tiene.
Si toda ciencia se ocupa de buscar las causas por las que algo se da, de este modo, la metafísica estudia las causas del ente en cuanto a ente. De igual modo, las ciencias se ocupan de buscar lo primero y principal de ahí que Aristóteles llamara a la metafísica filosofía primera.

Cada ciencia tiene su objeto material (que es el tipo de entes que trata) y su objeto formal (que sería el punto de vista, a qué luz lo estudia). Una misma cosa, por ejemplo, un trozo de arcilla, interesa a la mineralogía, a la historia, a la antropología, a la arquitectura, etc. El mismo objeto material es considerado desde distintos puntos de vista, desde distintas formalidades del objeto. El objeto material de la metafísica es el ente y el objeto formal sería el ente en cuanto a ente.

4. CONCEPCIÓN ARISTOTÉLICA DE “PRINCIPIO” Y “CAUSA”

Una de las primeras definiciones de metafísica (filosofía primera) que aparece en la obra es “el conocimiento de las causas y principios primeros”. En Aristóteles causa (αιτια) y principio (αρχη) significan lo mismo, son las condiciones y fundamentos de las cosas. Si se eliminaran las causas y lo principios dejarían de existir las mismas cosas.

Hay dos estadios de conocimiento, a saber:
•El primero cuando se sabe que algo produce algo. Verbigracia: El fuego quema.
•El segundo estadio consistiría en saber por qué algo se produce. Siguiendo el ejemplo anterior: El fuego quema porque (dicho de una manera simple) hace que lo que está próximo a él eleve su temperatura.
Y ya después de este segundo estadio empezaría a haber conocimiento científico. Pero a pesar de que encontramos aquí conocimiento, es un conocimiento parcial de sus causas y sus principios, es por ello por lo que necesitamos conocer las causas y principios, pero las causas y principios primeros de algo.


5. CAUSAS Y PRINCIPIOS.

1.Causa formal. Es la forma o esencia de las cosas. Por ejemplo, en los seres animados sería el alma. En las cosas hechas con una técnica, cierta estructura, etc.
2.Causa material. Es aquello de lo que está hecha una cosa.
3.Causa eficiente o motriz. Es lo que genera el cambio o el movimiento en las cosas. El padre es la causa eficiente del hijo. La voluntad, de muchos actos. La patada a un balón, de un lanzamiento, etc.
4.Causa final. Es el “fin” o la “meta” que persigue algo. La realidad hacia la cual algo tiende a ser. Por ejemplo, en un estudiante de filología clásica, la causa final sería graduarse.

6. EL PRINCIPIO DE NO-CONTRADICCIÓN.

El principio de no-contradicción reza lo siguiente:
“Es imposible ser y no ser a la vez y en el mismo sentido”

Este juicio primero se llama principio de no-contradicción porque expresa la condición fundamental de las cosas, es decir, que no pueden ser contradictorias.

Un ente no puede ser y no ser a la vez y en el mismo sentido. El principio de no-contradicción expresa así la incompatibilidad radical entre ser y no-ser, fundada en que el acto de ser confiere a todo ente una perfección real, auténtica, que se distingue absolutamente de estar privado de ella.

Se dice “a la vez” porque no hay contradicción por ejemplo en que las hojas de un árbol sean verdes en una época del año y marrones en otra. Se añade “en el mismo sentido” pues no es en absoluto contradictorio que un hombre sea sabio en unas materias e ignorante en otras.

El principio de no-contradicción es la ley suprema de lo real, no un axioma de la mente para interpretar la realidad. Es el ente mismo el que no es contradictorio.

La inteligencia está sometida al principio de no-contradicción: No puede conocer al ente como contradictorio, porque no lo es. Ciertamente, es posible contradecirse al pensar o al hablar, pero esto sucede sólo en la medida en que nos apartamos de la realidad por un defecto de nuestro razonamiento; y cuando alguien nos hace ver la incoherencia en que habíamos caído, tendemos a rectificar inmediatamente porque, aunque cabe afirmar algo contradictorio, no es posible entenderlo.

El principio de no-contradicción es conocido de manera natural y espontánea por todos los hombres a partir de la experiencia.


7. OTROS PRINCIPIOS DERIVADOS DEL PRINCIPIO DE NO-CONTRADICCIÓN


•El tercio excluso. El principio del tercio excluso se basa en lo siguiente: “No hay medio entre el ser y el no ser o entre la afirmación y la negación no hay término medio”.

•El principio de identidad. “El ente es el ente”. “Lo que es, es lo que es”. “El ser es, el no ser no es”.
Han ido apareciendo posteriormente otros principios pero no son considerados por los filósofos como principios fundamentales, estos son:
o El principio de causalidad. “Todo efecto tiene una causa”, “Todo lo que empieza a ser es causado”
o El principio de finalidad. “Todo agente obra por un fin”


8. PEQUEÑA APOLOGÍA DEL PRINCIPIO DE NO-CONTRADICCIÓN.


Para negar este principio deberíamos rechazar todo significado del lenguaje, el propio lenguaje sería absurdo porque por ejemplo sería lo mismo “hombre” que “no-hombre”. De esta forma todo el que habla admite el principio de “no-contradicción” porque cuando se habla uno se refiere a algo concreto de la realidad distinto a su opuesto.

Además de esto, negar este principio supone aceptarlo, pues al rechazarlo se concede que no es lo mismo afirmar que negar: Si se sostiene que el principio de no-contradicción es falso, se admite ya que lo verdadero no es igual a lo falso, aceptando así el principio que quiere eliminar. La única forma de no hacer metafísica sería no pensar, algo a nuestro juicio imposible para el hombre.

9. METODOLOGÍA DE LA METAFÍSICA

Este apartado lo hemos añadido después de la problemática que surgió en clase al exponer algunos compañeros la dificultad de llamar a la metafísica “ciencia” debido a que no conocíamos (yo me incluyo) la metodología que se seguía para hacer metafísica.
La metodología que seguirá Aristóteles está desarrollada en su obra sobre cuestiones lógicas Órganon (del griego οργανον: instrumento, método), pudiéndonos centrar sobre todo en Tópicos (de la dialéctica) y en Primeros Analíticos (del silogismo) y Segundos Analíticos (de la demostración).
La metodología resumida brevemente sería la siguiente:
1. Status quaestionis. Se comienza investigando que han dicho los sabios sobre la cuestión concreta de la metafísica que se quiere investigar.
2. Crítica. Se realiza una crítica a modo de criba para extraer qué es lo que nos aporta la tradición a nuestra investigación.
3. Aporeizar. Se expresa una aporía y se refuta viendo si es verdadera o no. Si hay un camino en medio entre el sí y el no, como anteriormente hemos visto con el principio de no-contradicción entraríamos en eso, en una contradicción y deberíamos volver al estado inicial. Si el resultado es sí o no habremos descubierto algo.
4. Confutación. De una proposición como “Es imposible conocer la verdad” deducimos que sí es posible conocer la verdad, ya que la persona que admite que no se puede conocer la verdad ya está diciendo una “verdad”, a saber, que no se puede conocer tal verdad.

10. CRÍTICA A LA METAFÍSICA

10.1. KANT
Immanuel Kant le atribuye a la metafísica ser un discurso de “palabras huecas” sin contenido real, la acusa de representar “las alucinaciones de un vidente”, pero por otra parte recoge de ella la exigencia de universalidad. Para Kant las cuestiones últimas y las estructuras generales de la realidad están ligadas a la pregunta por el sujeto. A partir de este presupuesto deduce que hay que estudiar y juzgar aquello que puede se conocido por nosotros mediante nuestra facultad de conocimiento. Marca distancia del dogmatismo, que habría surgido a partir de la metafísica, por haberse convertido en una serie de afirmaciones dogmáticas sobre temas que van más allá de la experiencia humana. Toma Kant como principio epistemológico que al ser humano la realidad no se le presenta tal como es realmente (“en sí”), sino tal como se le aparece debido a la estructura específica de su facultad de conocimiento. Como el conocimiento científico también depende siempre de la experiencia, el hombre no puede emitir juicios sobre cosas que no están dadas por las sensaciones (tales como “Dios”, “alma”, “universo todo”, etc.). Por ello, deduce Kant, la metafísica tradicional no es posible porque el ser humano no dispone de la facultad de formar un concepto en base a la experiencia sensible de lo espiritual, que es la única que permitiría la verificación de las hipótesis metafísicas.

10.2. NIETZCHE
Nietzsche piensa que la metafísica nace en Platón, al que luego le sucederá Aristóteles. Considera un error fundamental de toda metafísica la invención de un mundo racional y la desvalorización de todo lo opuesto a ese mundo racional.
La metafísica presenta una concepción del mundo errónea porque presenta al mundo como un cosmos y no como un caos, por creer en la racionalidad intrínseca de la realidad. Así argüirá que “los griegos inventan la racionalidad y el supuesto carácter ordenado del mundo”. Las entidades que se derivan de la metafísica tales como esencia, sustancia, unidad, permanencia son puras ficciones y nada nos garantiza su existencia a no ser el prejuicio. Nietzsche considera que la aparición de la metafísica es provocada por dos causas esenciales: Una de índole psicológica y otra por la fe en el lenguaje.
Origen psicológico. Las categorías metafísicas como sustancia, ser, esencia, unidad, son puras invenciones para en ellas encontrar el reposo, la regularidad y calma que realmente no sugiere el mundo real que se ofrece a los sentidos. La metafísica es un síntoma de miedo al caos.

Origen por la fe en el lenguaje. Para Nietzsche el lenguaje da lugar a una visión errónea de la realidad ya que en nuestro lenguaje son fundamentales las frases con el verbo ser, verbo que favorece la idea de la existencia de entidades dotadas de rasgos permanentes, de sustancias. Comenta el autor en su Crepúsculo de los ídolos:
"La razón en el lenguaje: ¡Oh, qué vieja hembra engañadora...! Creo que no vamos a desembarazarnos de la idea de "Dios" porque aún seguimos creyendo en la gramática"




11. FUENTES CONSULTADAS.

11.1. BIBLIOGRAFÍA

•ALVIRA, T. CLAVELL, L. y MELENDO, T. Metafísica, Eunsa, Pamplona 2001
•GÓMEZ PÉREZ, RAFAEL. Introducción a la Metafísica: Aristóteles y Santo Tomás de Aquino. Rialp, Madrid, 1978.
•REALE, GIOVANNI. Guía de lectura de la “Metafísica” de Aristóteles. Herder, Barcelona 2003. Título original: Guida a la lectura Della “Metafisica” di Aristotele. Traducción de J. M. López de Castro.

11.2.WEBS

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